La ansiedad es una emoción, y como todas las emociones, es una respuesta del organismo para adaptarse y reaccionar adecuadamente a una determinada situación.
En el caso de la ansiedad, es una respuesta defensiva de la mente y el cuerpo a situaciones de incertidumbre, fuera de nuestro control, y que sentimos como una amenaza de que algo malo o doloroso nos puede ocurrir en el futuro cercano, aunque quizá no sepa exactamente qué es.
Es como si se encendiera la alarma, y la mente y el cuerpo se preparan para defenderse porque esperamos que algo malo nos va a pasar.
Las emociones, además de ser una reacción de todo el organismo para adaptarse a una situación, también son una forma de comunicar algo a los demás. Solemos darnos cuenta de que la persona que está a nuestro lado tiene ansiedad, y eso nos transmite algo que nos hace reaccionar de alguna manera.
A nivel coloquial, en lugar de ansiedad a veces hablamos de nervios, o malestar o preocupación constante, siempre con algunas sensaciones corporales más o menos intensas.
¿En qué se diferencia la ansiedad del miedo?
Se parecen y a veces se confunden.
El miedo es una respuesta defensiva a un peligro inmediato y que suele desaparecer cuando ese peligro desaparece. Puede ser más o menos intenso según la persona y las circunstancias. El miedo es necesario para sobrevivir y para ser prudente en ciertas situaciones.
Se habla de ansiedad cuando el peligro es más futuro (aunque parezca inminente, pero la amenaza no es evidente ahora mismo) y cuando el peligro tiene que ver más con mi bienestar psicológico y emocional, y con la idea que tengo de mí mismo.

Por ejemplo, algunas personas sufren ansiedad ante una situación en la que sienten que podrían hacer el ridículo (hablar en público), o quedarse atrapadas, o ser abandonadas por un ser querido, etc.
Tanto el miedo como la ansiedad nos preparan para evitar situaciones que nos parecen peligrosas, y solemos huir o evitar exponernos a ese tipo de situaciones.
Por otra parte, tanto los pensamientos como las reacciones corporales (sudor de manos, taquicardia, sensación de ahogo en el pecho, etc.) son algo distintos en el miedo y en la ansiedad.
Si la ansiedad es una emoción, ¿por qué es una reacción de la mente y el cuerpo a la vez?
Sí. Las emociones no son algo separado de los procesos cognitivos (pensamientos, recuerdos, fantasías) ni del cuerpo.
En cada emoción, podemos separar estos tres niveles (el nivel cognitivo, el nivel de los sentimientos y el nivel corporal o fisiológico) para analizar qué es cada cosa, pero en la realidad siempre actúan como un todo y se influyen entre sí. Forman siempre un “pack” completo.
Entonces, todas las emociones, además de lo que llamaríamos el sentimiento (lo que experimento en mi interior como alegría, tristeza, miedo, ansiedad, rabia, interés, etc.) van acompañadas
- de una serie de pensamientos, creencias, fantasías o imágenes mentales, recuerdos relacionados con alguna situación, con una manera de dirigir mi atención (nivel de alerta muy alto o bajo, prestar atención de forma obsesiva a algo y no a otras cosas),
- y de reacciones corporales o fisiológicas, como el sudor de manos, una opresión en el estómago, taquicardia, una sensación de ahogo en el pecho, una determinada postura corporal, tics, hormigueo en las manos o en las piernas, etc.
Y como ya he comentado, si vemos a alguien muy agitado, hablando muy rápidamente, con los ojos muy abiertos, o que parece que se ahoga… eso nos transmite algo, es un mensaje que su cuerpo nos envía para que reaccionemos, por ejemplo, cuidándole, protegiéndole, atendiéndole de alguna manera.
¿Existe una ansiedad normal?
Claro. Todo depende de si la reacción del organismo es proporcionada o desproporcionada a la situación que estamos viviendo.
Normalmente se habla de la ansiedad como reacción desproporcionada, como si algo terrible fuera a pasar (aunque no sepa exactamente qué es, pero así es como lo siento), y si esa manera de reaccionar de la mente y el cuerpo me impide funcionar bien en algún aspecto importante de mi vida (trabajo, relaciones sociales, relaciones íntimas), entonces podría ser patológica o un trastorno de ansiedad.
Pero si no es así, la ansiedad es una reacción normal como cualquier otra. Todos sentimos ansiedad en algún momento y eso no significa que sea algo malo.
En otras palabras, si una situación “me activa” (tengo que hacer una presentación en público, o la primera cita con una persona que me gusta, etc.), me pone en alerta y me prepara lo suficiente como para resolverla bien, sin ninguna reacción exagerada, entonces es normal y positiva (“¡Ay, qué nervios!”).
Pero si es una situación que siendo realistas sabemos que no es un peligro (ir a comprar a una tienda, o ir a visitar a algunas personas a su casa, o salir a la calle a mediodía en un barrio tranquilo y seguro), pero “me hiperactiva” y me siento como si algo muy doloroso, algo terrible fuera a pasar de forma inminente o en el futuro (aunque no sé qué exactamente), y mis manos sudan, me ahogo, mi corazón late con mucha fuerza y siento algo de vértigo o mareo o mucho malestar, y finalmente no hago lo que quería hacer, entonces podría ser un trastorno.
Además también se habla de la ansiedad como un estado emocional que vivo en una situación concreta (antes de hacer un examen o antes de hablar en público, por ejemplo), o de la ansiedad como rasgo de la personalidad (una persona tiende a sentir ansiedad más habitualmente y en más situaciones que otras; también se conoce como personalidad neurótica).
¿Qué debería hacer alguien con síntomas de ansiedad que le molestan y dificultan en algunas áreas de su vida?
Si los síntomas son muy molestos es posible que la persona deje de hacer muchas cosas y se pierda muchas experiencias positivas por miedo a sufrir ansiedad.
La ansiedad es algo tratable, pero no desaparecerá por sí sola con los años, a menos que empecemos a ser conscientes de ella, de qué la activa, de cómo me afecta (mental y corporalmente) y de los recursos que tenemos para reducir su intensidad. Este trabajo hace con un profesional de la psicología.
Carlos Martínez Perales
Estoy en Barcelona (Nou Barris – Sant Andreu).
Más información sobre mí en www.carlosmartinezperales.com
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